He estado fuera de comunicación ya que he estado en un agujero de conejo muy extraño. Yo lo llamo Babuinomagedón. El domingo pasado salí durante una hora y una gran cantidad de babuinos enojados accedieron a mi casa y jardín y literalmente los destrozaron. Como pueden ver en las imágenes, todo estaba en ruinas y los babuinos hicieron caca adentro y había sangre de babuinos en todos los muebles de mi jardín.
Fue una “invasión de hogar” y fue una experiencia totalmente devastadora.
Entonces, ¿por qué los babuinos estaban tan enojados que estaban causando destrucción no solo en mi casa sino también en el área?
Bueno, tiene que ver con la interacción entre la vida silvestre y los humanos, vivir en el “borde urbano”, el “cambio climático” y la violencia humana hacia los animales. Durante aproximadamente un mes, los babuinos han invadido los suburbios y el área de la ciudad causando estragos. Su macho alfa (el tipo grande que los lidera) fue tomado por la Sociedad Protectora de Animales y sacrificado por ceguera esta semana. La tropa se volvió loca y la destrucción de mi casa fue un daño colateral.
En los 3 días de limpieza y de tratar de lidiar con la invasión del hogar, pensé en cómo nosotros, como humanos, hemos invadido sus hogares y tierras y les hemos quitado tanto. Están en constante competencia con nosotros por los recursos y la supervivencia.
En este próximo mes de marzo y a medida que avanzamos hacia la temporada de eclipses y lel Portal de Tauro, se nos pedirá que consideremos lo que el Arcángel Miguel llama el “Corazón Esmeralda”: nuestra propia conexión con la naturaleza y cómo cumplimos con nuestras responsabilidades como administradores y guardianes de la Tierra.
Ese fue el mensaje para mí. La noche anterior al destrozo de la casa, y siendo consciente de su angustia, les había enviado una ola de amor a todos ellos. Respondieron destrozando mi casa para hacerme saber cómo se sentían y para instarme a repensar y expandir mi definición de amor.
Todos somos UNO, incluso los animales.
Cuando ellos no tienen hogar y sufren, nosotros también.
Debemos honrar el Corazón Esmeralda dentro de nosotros mismos y dentro del Planeta.
¡El cielo debe venir a la Tierra ahora!
